Crítica - Noche de Bodas (Ready or Not)

Noche de Bodas – El juego del “escondite” en su versión macabra 2.0.

Noche Bodas – Grace (Samara Weaving) tendrá pronto, la vida soñada de cualquier chica. Está a punto de casarse con el hombre de sus sueños, Alex (Mark O’Brien), en la extravagante propiedad de su familia.

El champán fluye, los asistentes adulan a la hermosa novia, pero el final de la noche, viene con sorpresa. El nombre “Le Domas“, presume de un imperio de juegos de mesa de billones de dólares.
Y es un ritual para los miembros de la familia que ya están en el poder, terminar su noche de matrimonio jugando a un juego elegido al azar.

Y en esta ocasión…El escondite.

Noche de Bodas (Ready Or Not), es una rara extravagancia de género que responde a promesas, en todos los frentes. Noventa minutos de jubilados con hachas de batalla, en una persecución mortal,por medio de un pacto profano en forma de juego.

El deporte de los niños se transformó en la desgarradora huida de una mujer de una familia psicópata que cree que la muerte espera sin sacrificio al amanecer.

El humor es una bofetada despreciable, arraigada en el delirio, y hace trizas a las personas de la sociedad que se salen con la suya con un asesinato basado en el estatus.

Es tan salvajemente entretenido como alarmante, no asustarse por las copiosas cantidades de castigos de supervivencia. Desde los votos de Grace hasta un último acto, envuelto en llamas.
Los escritores Guy Busick y Ryan Murphy, consiguen con su guión, una de las mejores comedias de terror de los últimos años.