Crítica de Sex Education - (Temporada 1)

Gillian Anderson y un joven y talentoso elenco, se divierten mucho en esta sentida y caliente comedia.

Sex Education puede ser fundamentalmente británica, filmada en las ondulantes colinas de Wye Valley, a ambos lados de la frontera entre Inglaterra y Gales, pero lleva un perfume americano, claramente embriagador de los años 80'.

Si la banda sonora funky, las chaquetas estilo béisbol, o el público estereotipadamente pervertido no te convencen de eso, entonces no sé qué lo hará. 

Este inusual matrimonio entre los personajes y lugares de rodaje británicos y los tropos de los clásicos americanos de los 80, como The Breakfast Club, da lugar a una nueva toma, aunque muy progresiva y sexualmente explícita, de este tipo de espectáculo.

El sexo es una gran parte de la vida de la mayoría de la gente, y para muchos, los primeros encuentros ocurren durante sus últimos años de adolescencia. 

Un momento así puede estar lleno de la mezcla más desconcertante de excitación, decepción, miedo y vergüenza. 

Quienquiera que seas, en algún momento, el sexo probablemente habría sido una gran cosa, sobre todo porque no tenías ni idea de qué demonios estabas haciendo. 

Para el virgen socialmente torpe Otis (Asa Butterfield), cuya promiscua madre Jean (Gillian Anderson) es una terapeuta sexual, un historial de búsqueda en internet lleno de porno es la menor de sus preocupaciones. 

"Cariño, me he dado cuenta de que estás fingiendo masturbarte", anuncia Jean con la despreocupación que se puede esperar de una madre que le pregunta a su hijo qué le gustaría desayunar.

 Pero Otis elige mantener para sí mismo su profundo miedo a la masturbación, enraizado en algún lugar entre el poco ortodoxo estilo de crianza de Jean y la aventura extramatrimonial de su padre. 

En un equipo improbable, Otis y la incomprendida rebelde Maeve (Emma Mackey) establecen un servicio de asesoramiento sexual clandestino para los estudiantes. 

Para su asombro, los clientes de alto nivel y con problemas sexuales llegan rápidamente y el negocio está en auge en poco tiempo. Pero a medida que Otis y Maeve se acercan, y que su relación con su mejor amigo Eric (Ncuti Gatwa) sufre, ¿a qué costo llegan sus esfuerzos por liberar sexualmente a sus compañeros?

Las comedias para adolescentes, como Skins, han cubierto durante mucho tiempo los entresijos del sexo, pero pocos lo hacen con la misma franqueza empática que Nunn y sus co-guionistas, Sophie Goodhart, Laura Neal, Laura Hunter y Freddy Syborn. 

Este espectáculo, que es sabio más allá de los años de sus personajes, evita tratar el tema del sexo de forma gratuita. Más bien, apuesta por una forma razonable, concienzuda y realista de abordar los problemas reales de los adolescentes.

 El producto final es algo que fácilmente podría haber sido desesperadamente digno de encogimiento, pero en cambio resulta tan maravillosamente conmovedor en algunas partes y deliciosamente histérico y ridículo en otras. 

Gracias a una escritura aguda y bien desarrollada, en un momento estarás luchando contra las lágrimas, y al siguiente te arrancarán la risa de la barriga.

Cada episodio de Sex Education ofrece nuevas sorpresas, y algunas, te harán caer al suelo. 

★★★★