Killing Eve - Crítica de la temporada 3

El juego del gato y el ratón, continua en su 3 temporada.

Villanelle (Jodie Comer), la elegante máquina de matar, está de vuelta, pero esta vez es un personaje más introspectivo y cansado del mundo en el que está,y decide buscar a su familia. 

No es sorprendente que descubramos que fue abandonada en un orfanato por sus padres y que lo quemó y desapareció, con todos los involucrados felices de creer que está muerta. Su regreso a la destartalada granja familiar en Rusia, es un poco chocante y, por supuesto, se desliza a la situación familiar como un león en un santuario de burros.

Me estoy adelantando, eso es todo en el episodio 5. El primer episodio muestra que Eve (Sandra Oh), ha sobrevivido a ser asesinada por Villanelle al final de la temporada 2. Su marido, Niko Polastri (Owen McDonnell), está en un asilo y ha dejado la presión del MI6 para trabajar en una cocina rodeada de charla ociosa.

La nueva en esta serie es Dasha (Harriet Walter), una asesina mayor que se une a Villanelle para recibir órdenes de Los Doce. La mala noticia es que Kenny (Sean Delaney), que también ha dejado el MI6 y ahora trabaja como periodista de investigación, muere en extrañas "circunstancias". 

Como jefa del departamento ruso del MI6 y también madre de Kenny, Carolyn Martens (interpretada imperiosamente por Fiona Shaw) no muestra ninguna emoción por su muerte, lo que conmueve a su hija Geraldine (Gemma Whelan). 

La muerte de Kenny une a Carolyn y a Eve para descubrir quién le mató y por qué.

Mientras tanto, Villanelle tiene la tarea de entrenar a un joven estúpido a ser un asesino. Vestidos como payasos, se colaron en la fiesta del objetivo, pero el aprendiz hizo una chapuza tan grande del asesinato, que lo despachó con desdén también. No hay payasadas con nuestra Villanelle.

Villanelle está enfadada con Los Doce. Ascender a Guardiana significa que tiene que recibir órdenes. 

Konstantin Vasiliev (Kim Bodnia) sigue en la escena, y Carolyn sospecha que tiene algo que ver con la muerte de Kenny.

Suzanne Heathcote, como escritora principal de esta serie, pone énfasis en la dinámica familiar y en que todo el mundo encaje en el esquema de las cosas. 

Por ejemplo, cuando la hija de Konstantin, Irina, le dice a Villanelle que odia al nuevo novio de su madre, su consejo es "Si es tan malo, mátalo". 

Sabemos que ella usó el mismo razonamiento con su propia familia, e Irina alegremente pone su consejo en acción.

Villanelle sigue teniendo una "relación" de amor/odio, gato y ratón con Eve, pero esta serie expone un lado vulnerable de ella que muestra que no está en la cima de su juego. 

Lo mismo puede decirse de esta serie en sí, ya que serpentea por (literalmente) callejones sin salida y carece del enfoque y el aplomo de sus anteriores temporadas.

Aun así, muy disfrutable esta 3 temporada, veremos que sucede en su cuarta ¿y última? temporada.

Valoración: ★★★