Critica de 30 Monedas (HBO)

 30 Monedas examina las profundidades del mal con estilo.

Una conspiración bíblica. Posesiones. Criaturas demoníacas parecidas a arañas que este crítico elegiría no abrazar nunca. 

Estos son elementos de horror religioso que pueden resultar familiares para los fanáticos del horror. Sin embargo, en la última serie de terror de HBO, 30 Monedas, vemos estos elementos tomados y construidos, revelando una serie que invita a la reflexión y que dejará a los espectadores enganchados y deseando desesperadamente saber qué va a pasar a continuación.

La serie sigue al Padre Vergara (Eduard Fernández), un exorcista, enviado por la iglesia, para convertirse en el sacerdote local de Pedraza, un pueblo remoto de España.

Habiendo estado allí sólo por un breve tiempo, cosas extrañas empiezan a ocurrir en esta pequeña comunidad que comienza a plantar las semillas del miedo y la duda entre su gente.

Estos extraños incidentes unen a la veterinaria local Elena(Megan Montaner) y al alcalde del pueblo, Paco (Miguel Ángel Silvestre), con cada nuevo acontecimiento sobrenatural que los acerca. 

A medida que la soga comienza a apretarse alrededor de este extraño trío, la intrincada red comienza a revelarse.  Y el corazón del drama sobrenatural se centra alrededor de una sola moneda de plata. 

Una de las monedas que se le dio a Judas como pago por su última traición a Jesucristo. No pasa mucho tiempo antes de que las verdaderas profundidades de la conspiración en la que se encuentran atrapados, los absorba en una batalla del bien contra el mal.

No se pierde tiempo en los primeros minutos de la serie. Lo que empieza como un atraco a un banco se convierte en algo más cuando vemos al ladrón moverse impertérrito después de ser disparado varias veces. 

No es hasta que se sube a un coche con un sacerdote que nuestras quejas se elevan más alto. Cuando el sacerdote quita un medallón de la garganta del ladrón, el hombre cae muerto.

Esto es sólo un vistazo a la oscura naturaleza de la iglesia católica presentada en 30 monedas. Lo que esta facción hará para asegurar lo que creen que es suyo no tiene límites.

Alex De la Iglesia y el co-escritor Jorge Guerricaechevarria, se aseguran de que el espectador sepa inmediatamente cuán superpuestos están los detalles con sólo esa escena inicial. 

Y ese cuidado y consideración para crear un drama de varias capas y de alto riesgo, se mantiene durante el resto de la serie.

Con un gancho tan lleno de adrenalina, De la Iglesia se asegura de frenar el ritmo utilizando el pequeño pueblo de Pedraza como punto de descanso, al menos, al principio. 

Como los espectadores llegarán a descubrir, la ciudad y su gente no se librarán de la acción. No, están en el epicentro de un gran horror que levantará tensiones entre sus ciudadanos y les hará cuestionarse todo lo que saben, incluso entre ellos mismos. 

Estos eventos, sin embargo, proporcionan una amplia oportunidad para que De la Iglesia y Guerricaechevarría exploren las complejidades de las relaciones dentro de la ciudad. 

Esta exploración proporciona una carnosidad a la serie que permite al espectador invertir más y preocuparse genuinamente por lo que sucede a los ocupantes de la ciudad.

El espectador ve estas dinámicas exploradas a través del trío principal de personajes - Padre Vergara, Elena y Paco, como el más reciente trasplante a Pedraza. 

El padre Vergara es el hombre del misterio a desentrañar. Su indecisión para abrirse a los habitantes y los cada vez más sospechosos sucesos que sacuden la rutina del pueblo desde su llegada, le ponen una diana en la espalda. 

Elena y Paco, por su parte, se encuentran unidos, con golpes y contusiones en el camino. La frecuencia de sus reuniones agrava la tenue relación que Paco mantiene con su esposa, Merche (Macarena Gómez).

Mientras que la ciudad de Pedraza es el foco principal de la serie, la escala de producción de 30 Monedas no puede ser ignorada. 

Con una trama que encuentra a nuestros personajes por todo el mundo, nos hacemos una idea completa de hasta dónde llega la conspiración sin que se sienta demasiado rimbombante. El crédito parcial de esto tiene que ver con lo bien que se manejó la producción y el diseño de los escenarios para hacer que las cosas se vean y se sientan naturales en lugar de abiertamente cinematográficas. 

También hay que dar crédito, una vez más, a la escritura. Mientras que nos llevan por todo el mundo, cada episodio siempre encuentra una manera de mantenernos enfocados parcialmente en los eventos que suceden en Pedraza. 

Esta decisión de escritura beneficia enormemente al argumento, ya que evita que el espectador desvíe la atención y, una vez más, nos mantiene centrados en la humanidad de la serie en el proceso.

30 Monedas es emocionante, proporcionando una variedad de giros y vueltas que mantendrán a los espectadores en vilo hasta el final. 

Mientras que hay mucho horror para que todos lo disfruten, el verdadero foco de la serie está en sus personajes. No sólo el trío principal, sino también los que ocupan la pequeña ciudad de Pedraza. 

Es a través de la exploración de las relaciones y el drama de la ciudad que se encuentra la humanidad de la serie. Estas personas no son perfectas, en absoluto. 

Son todos pecadores imperfectos, pero representan a la audiencia y nos recuerdan lo que realmente está en juego aquí. 

Para aquellos que nunca han visto un proyecto de Álex De la Iglesia, esta serie es un gran punto de partida. 

Para los fans del maestro del terror, no pueden perderse su última aventura.

Valoración: ★★★★