Reseña de Longlegs

 

Una inquietante y escalofriante inmersión en la oscuridad

"Sabes, existe algo llamado mirar demasiado tiempo". 

Esta escalofriante frase, pronunciada en los primeros compases de la última pesadilla macabra del guionista y director Oz Perkins, "Longlegs", es tanto una advertencia como una siniestra promesa. 

Perkins entiende que el camino hacia el terror se construye no solo con lo que vemos, sino también con lo que se oculta a nuestra vista. En cada plano meticulosamente compuesto y en cada escena de tensa paciencia, somos absorbidos por un mundo asfixiante donde la salvación es un espejismo, la esperanza está extinguida y la catarsis es solo un sueño inalcanzable. No solo es una de las películas de terror más técnicamente perfectas del año, sino también la más perturbadora.

La frase sobre “mirar demasiado tiempo” es pronunciada por la agente Carter (interpretado con una perfección insidiosa por Blair Underwood) a la joven y perturbada agente del FBI, Lee Harker (la siempre magnífica Maika Monroe, conocida por su papel en "It Follows"). 

Al principio, la advertencia se refiere a las fotos de las atroces escenas dejadas por un extraño asesino en serie conocido como Longlegs (Nicolas Cage), quien es sospechoso de cometer asesinatos rituales de familias durante décadas en el noroeste del Pacífico. En cada caso, parece que el patriarca de la familia fue llevado a la locura y ejecutó los asesinatos con sus propias manos. No habría rastro alguno de que Longlegs estuvo allí, de no ser por las notas codificadas que dejaba tras de sí.

Mientras Harker y Carter recorren los oscuros rincones del Oregón de los años 90 en busca de este asesino, observamos cómo Harker parece poseer un conocimiento posiblemente psíquico del caso, lo que podría estar ocultando algo aún más siniestro. 

Sin revelar demasiado, la comprometida actuación de Cage — a diferencia de cualquier cosa que haya hecho antes — resulta ser casi una especie de engaño oscuramente cómico. Quizás anticipes partes de la revelación, pero el verdadero tormento emana de Harker, no de Longlegs.

Longlegs probablemente será comparada con películas como "Zodiac" o "El silencio de los corderos", lo que, aunque refleja el impacto que deja, no abarca todo lo que ofrece. Es cierto que Perkins muestra una disciplina formal similar a la de David Fincher, evitando múltiples tomas innecesarias cuando una única y decisiva es suficiente. 

Sin embargo, lo que realmente distingue su enfoque es su disposición a dar saltos audaces, desprendiéndose de la realidad para crear imágenes maravillosamente inquietantes. Esta es una película en la que los detalles del argumento procedimental importan mucho menos que esos momentos en los que vislumbras el hermoso pero sombrío abismo en el que Harker está a punto de caer.

Así que querrás observar detenidamente mientras la oscuridad se desliza desde cada fotograma. Es un espectáculo que merece ser visto, pero ten cuidado de no mirar demasiado tiempo. Por más que intentes aferrarte a la cordura, una verdad persiste en Longlegs: todos perdemos un poco la razón en algún momento.

Valoracion: ⭐⭐⭐⭐ (4 estrellas de 5)