Crítica – Devuélvemela (Bring Her Back)

El horror más real no necesita fantasmas

Con Devuélvemela, los hermanos Philippou abandonan lo sobrenatural para adentrarse en un thriller psicológico brutal, incómodo y profundamente humano. Una película que golpea más por lo que sugiere que por lo que muestra.

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Después del bombazo que supuso Háblame, los hermanos Philippou regresan con una propuesta que, aunque muy distinta, mantiene su sello: incomodidad, tensión constante y una mirada afilada al horror más humano. Devuélvemela no recurre al terror sobrenatural, sino que opta por algo mucho más perturbador: el miedo real, tangible, que nace de la violencia, el abandono y el dolor emocional.

Andy y Piper son hermanastros que acaban de perder a su padre. Él, a punto de cumplir 18, quiere quedarse con ella —que además es ciega—, pero el sistema decide lo contrario. Son enviados a vivir con una madre de acogida (una Sally Hawkins tan magnética como inquietante), y desde ahí, la historia se convierte en un descenso incómodo hacia un tipo de horror más psicológico que efectista.

Aquí no hay fantasmas ni rituales: lo que asusta es la manipulación, el poder, y la total indefensión de los más vulnerables. Y eso lo hace aún más potente. La atmósfera es opresiva, seca, y por momentos, casi insoportable. Los Philippou construyen un relato duro, crudo, donde cada plano parece pensado para incomodar sin caer en lo gratuito.

Las interpretaciones son uno de sus grandes aciertos. Billy Barratt transmite una mezcla brutal de ternura y rabia contenida, mientras que Sora Wong —quien realmente es parcialmente invidente— ofrece una actuación conmovedora, llena de matices y sin caer en el sentimentalismo fácil. Juntos, logran que te preocupes por sus personajes desde el minuto uno.

Eso sí, no es una película perfecta. Hay momentos en los que se siente excesiva, como si disfrutara demasiado del sufrimiento que retrata, y el tercer acto no está tan pulido como el resto: hay decisiones de guion que resultan algo forzadas y que pueden descolocar al espectador.

Aun con todo, Devuélvemela es una película que se queda contigo. No busca asustarte con sobresaltos, sino hacerte pensar. Es incómoda, valiente y emocionalmente devastadora. Y si algo queda claro, es que los Philippou han llegado al cine de terror para quedarse, explorando nuevas formas de incomodarnos… sin necesidad de recurrir a lo paranormal.

Valoracion: ⭐️⭐️⭐️⭐️☆